Sedimentación en el agua potable
El agua destinada para consumo humano se encuentra expuesta a sedimentos, de diferentes orígenes. Estos pueden ser arena, arcilla, limo y otras partículas sueltas del suelo que, debido a su peso, se depositan en el fondo de una masa de agua. Pueden provenir de la erosión del suelo o de la descomposición de plantas y animales. El viento, el agua y el hielo pueden transportar estas partículas hasta los ríos, lagos y arroyos.
Agua y salud
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agua contaminada y la falta de saneamiento contribuyen a la transmisión de enfermedades como el cólera, otras enfermedades diarreicas, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis.
Si no hay servicios de agua y saneamiento, o si estos son insuficientes o están gestionados de forma inapropiada, la población se expone a riesgos para su salud que, en realidad, se pueden prevenir. Esta prevención se podría conseguir especialmente en los establecimientos de salud, donde tanto pacientes como profesionales corren más riesgo de contraer infecciones y enfermedades.
Filtros de sedimentos para el agua
Este proceso de purificación de agua potable es muy visual, ya que, al retener los sedimentos presentes en el agua, cambia significativamente su turbidez, color y sabor, pues el agua resultante del proceso de filtrado es significativamente más pura que aquella que entra al filtro de sedimentos y carecen de dichas partículas que contaminando el agua, pueden cambiar sus características físico-químicas.
Los filtros de sedimentos funcionan de manera mecánica, esto quiere decir que constan de una membrana o pantalla fibrosa que se interpone en el flujo de agua, reteniendo dentro de ella las partículas, sedimentos o sólidos suspendidos en el líquido, dejando pasar al final del proceso sólo el agua purificada.
Los procesos de filtrado de sedimentos son múltiples, y tan variados como la naturaleza de las propias partículas que pretende filtrar, pero los más usados actualmente, buscan estandarizar su proceso de filtrado en función al tamaño de las partículas que estos filtros sean capaces de retener y se les clasifica según el número de micras de diámetro máximo que el filtro dejará pasar. Por ejemplo, un filtro de 3 micras dejará pasar solo las partículas menores a 3 micras, reteniendo a todas las que sean mayores de ese tamaño. Se usa el símbolo “µ” para nombrar las micras: 3µ
Los filtros de sedimentos tipo de cartucho suelen ser los recomendados con más frecuencia para sistemas que requieren mantenimientos periódicos; estos filtros se constituyen de un cuerpo externo desarmable que contiene las membranas del filtro propiamente dicho, lo que facilitar el mantenimiento ya que sólo es necesario cambiar la membrana interna y no toda la pieza conectada a un proceso de potabilización de agua más complejo, además con frecuencia los filtros de sedimentos se combinan en una sucesión de tres etapas de filtrado, cada una de menor micra que la anterior, para maximizar la capacidad de purificación del agua.
Rain of Life ofrece agua filtrada de la mejor calidad
Conociendo la importancia de aplicar correctamente el proceso de filtrado de sedimentos para una alta calidad de agua potable, los ingenieros de Rain of Life han diseñado un proceso de potabilización de siete etapas de filtrado, incluyendo en ellas tres procesos de filtrado de sedimentos, especialmente preparado para depurar tanto el agua de condensación de la humedad del aire como el agua de lluvia, incluso si el equipo se sitúa en una zona con alta polución atmosférica.
Además, los múltiples análisis químicos y bacteriológicos realizados en nuestro laboratorio y en laboratorios de distintos países certifican que el agua producida por los equipos RoL carece de sustancias químicas nocivas para la salud y de todo tipo de sedimentos.