Botellas reutilizables: ¿son seguras para la salud?
En los últimos tiempos, el uso de botellas de agua reutilizables se ha generalizado de forma masiva. Esto ha supuesto una gran comodidad para los usuarios, pero también un importante problema medioambiental. La necesidad de la reducción de residuos ha sido uno de los detonantes que ha impulsado su normalización, pero ¿son todas las botellas reutilizables seguras para la salud? A continuación analizaremos algunos los detalles.
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ToggleEl origen del plástico
El uso del plástico en envases y botellas comenzó a generalizarse en la década de 1960, aunque tras la Primera Guerra Mundial la transformación del petróleo en plástico comenzó a tener un protagonismo relevante. Los plásticos, en ese momento, sirvieron como sustitutos de la madera, el vidrio o el metal, y dieron paso tras la Segunda Guerra Mundial al uso generalizado de otros materiales más innovadores como el poliuretano, el poliéster, y el policarbonato, entre otros. El plástico había llegado para quedarse, un material al alcance de todos por su bajo coste y que se convirtió en el símbolo de una nueva sociedad de consumo.
Tipos de plásticos usados en envases y botellas
Los materiales plásticos usados para envases y botellas se dividen en dos grandes grupos. Por un lado, los llamados termoplásticos, que son aquellos que se vuelven deformables e incluso se derriten al ser calentados. En este grupo tendríamos el polietileno (PE), el polipropileno (PP), el poliestireno (PS), el poliestireno expandido (EPS), el policloruro de vinilo (PVC) o el politereftalato de etileno (PET).
Por otro lado, están los plásticos termoestables, que una vez moldeados y solidificados, no se deforman ni se funden con la temperatura. Los poliuretanos, las resinas epoxídicas, fenólicas y amídicas (usadas con la fibra de vidrio y de carbono), forman parte de este grupo.
En el caso de las botellas de agua, la gran mayoría están fabricadas con PET, un tipo de plástico compuesto en un 64% de petróleo, un 23% de derivados líquidos del gas natural y un 13% de aire. Se trata de un plástico reciclable, pero de un solo uso, ya que los médicos recomiendan no reutilizarlas, pues las micro-fallas que presentan este tipo de envases en su interior son el lugar perfecto para albergar bacterias y microorganismos nocivos para la salud, por lo que es ahí donde reside el riesgo de su uso repetido.
Además, todas las botellas de plástico y algunos botellones utilizados en los dispensadores de agua domésticas, están hechos con porcentajes variables de plástico reciclado, lo que también puede tener importantes problemas para la salud (este tema será tratado un próximo post).
Por otro lado, a pesar de que una parte de las botellas se reciclan, un porcentaje muy elevado suele acabar en vertederos, por lo que esta opción, además, supone un perjuicio evidente para el ecosistema.
Identificar los tipos de plástico
Para tener claro cuándo podemos reutilizar nuestras botellas de agua, debemos fijarnos en los símbolos que aparecen en cada una de ellas.
- PET o PETE (Polietileno tereftalato): Este plástico es comúnmente utilizado en envases y botellas de agua, gaseosa y aceite, entre otras. No se debe reutilizar y no tiene una gran resistencia química, por lo que puede liberar algunas sustancias tóxicas cuando ha sido reciclado varias veces. Es 100% reciclable, pudiéndose emplear para formar parte de nuevos envases o incluso para la producción de forros polares.
- HDPE (Polietileno de alta densidad): las botellas que están marcadas con este símbolo son las más seguras, ya que apenas liberan sustancias. Son muy resistentes químicamente y por eso son normalmente empleadas en leche, zumos, yogur, agua y bolsas de basura y de supermercado.
- V o PVC (Vinílicos o Cloruro de Polivinilo): También muy resistente aunque no se recicla a menudo. Libera toxinas durante todo su ciclo de vida, en especial dos sustancias químicas que afectan a las hormonas de nuestro cuerpo. Su combustión es peligrosa, así como el contacto con alimentos.
- LDPE (Polietileno de baja densidad): Es un tipo de plástico que no desprende ningún químico en el agua, uno de los más seguros que existen, por lo que no hay peligro en su reutilización.
- PP (Polipropileno): Al igual que los envases marcados con HDPE, son para reutilizar. Su alto punto de fusión permite envases capaces de contener líquidos y alimentos calientes y permite su limpieza en lavavajillas.
- PS (Poliestireno): Uno de los más peligrosos para la salud por contener sustancias cancerígenas. Es utilizado en platos y vasos de usar y tirar, hueveras, bandejas de carne, envases farmacéuticos, cajas de CD, etc. Además, se trata de un material muy difícil de reciclar.
- Otros: Con este número 7 identificamos gran diversidad de plásticos muy difíciles de reciclar. Con estos materiales se elaboran algunas clases de botellas de agua, materiales a prueba de balas, DVD, gafas de sol, etc.
Y ¿qué ocurre con el Bisfenol A?
El BPA o Bisfenol A es una sustancia química que se utiliza principalmente en combinación con otras sustancias para fabricar plásticos y resinas. Está presente en innumerables artículos de uso cotidiano, como los fabricados con plásticos de policarbonato (PC), un plástico rígido y transparente de alto rendimiento. El uso de este material es habitual en recipientes alimentarios, como botellas de agua reutilizables, vajillas y recipientes de almacenamiento. El principal problema del BPA es que puede migrar en pequeñas cantidades a alimentos y bebidas almacenados en materiales que contienen la sustancia, convirtiéndose de esta forma en un elemento nocivo para nuestra salud.
Para beber, mejor el vidrio
El material más inocuo y seguro es, sin duda alguna, el vidrio, por lo que deberíamos asegurarnos de utilizarlo de forma preferente al beber agua. Es reciclable y fácil de limpiar. Usando botellas reutilizables de vidrio estamos seguros de que no estaremos expuestos a ningún tipo de riesgo para nuestra salud y, además, las propiedades organolépticas del agua permanecerán siempre intactas.
La calidad del agua de los equipos Rain of Life es superior a la mayor parte de las aguas embotelladas del mercado. Además, no contiene cloro ni está envasada, por lo que resulta idónea para la salud.